martes, 5 de junio de 2012

La Sostenibilidad de los Sueños

Conectores de Sueños: cómo hacer tus sueños sostenibles. ¿Qué hace que unos sueños germinen y crezcan, y qué otros en cambio, desaparezcan, mueran, no alcancen a ser? En nuestra última reunión, en abril, contestamos esta pregunta de múltiples maneras, y con nuestra sabiduría personal y colectiva tejimos algunas respuestas. Cuando tenemos un sueño, emerge de alguna manera un milagro, una manifestación de la vida, una expresión de nuestro deseo de crear algo, para nosotros y para otros. Como la madre cuando está en embarazo, los sueños necesitan un espacio propicio para la gestación, donde puedan ser acunados, deseados, cuidados. Tienen un tiempo para desarrollarse, nacer y crecer. Esto quiere decir que, no porque nosotros queramos que sucedan más rápido, sucederán, pero tampoco ocurrirán si no tienes la intención de que ocurran y te comprometes con ellos. Así, para manifestar un sueño, se requiere de paciencia, que como alguno lo definió, es la ciencia de la paz y, de un ambiente propicio para su desarrollo. La paciencia parece ser lo que más nos cuesta, aceptar que es posible que para nuestro sueño haya otro ritmo diferente (al propio) al que queremos, se constituye en uno de los principales reta para todos nosotros. Y, entonces qué pasa cuando necesitamos que lo que soñamos se cristalice más rápido, porque debemos cubrir nuestras necesidades básicas o porque simplemente somos de aquellos que sin resultados pronto, abandonamos el camino. Varios creemos que el ritmo define en sí mismo un movimiento, y debemos estar muy atentos a escuchar esos ritmos, pues a veces somos sordos a aquello que se mueve suave o más lento, no prestamos atención. El ritmo, no es el de desesperarse y querer controlarlo todo, eso está claro, pero tampoco es el de dejar todo al vacío o en otras voluntades ajenas a la nuestra. En cualquiera de los dos casos el sueño o puede colapsar o deteriorarse. Para hacer sostenible un sueño hay que seguir su ritmo, y danzar con él, a veces marcar el paso y a veces dejarse llevar, sin forzar, ni soltar. Una vez esto se da el sueño empieza a cobrar más vida, entonces es necesario que este sueño sea: A. Comunicado B. Encontrarle amigos al sueño C. Estar dispuestos a la frustración. Contar nuestro sueño le da vida, lo fortalece y nos compromete con él. El poder de declarar está en que la palabra es, en sí misma, creadora. Los amigos nos fortalecen, nos dan ánimos, nos muestran caminos y nos abren la perspectiva; para que un sueño sea sostenible necesita esta clase de amistad. La frustración es parte importante del camino del soñador, y de cualquier emprendedor, aprender a lidiar con ésta, manejarla a favor, nos mantiene constantes y firmes en nuestra intención. También hay que exponerse, arriesgarse, atreverse a probar el sueño, retarlo, decirlo, usar esta experiencia a favor lo fortalece. Usar el flujo de la vida misma y su sabiduría también hacen parte de la sostenibilidad del sueño, nos enseña a no ser obstinados cuando no hay que serlo, nos enseña que el tiempo no se pierde, porque siempre hay un aprendizaje a favor del propio sueño o tal vez la razón de ser del sueño en sí, así no se manifieste como queremos, es que tengamos ese aprendizaje nos enseña la importancia de nuestras propias emociones y sensaciones, como guías para cumplir con ese sueño, pues a veces nos apegamos a una idea de sueño, y se nos olvida a qué motivación más interna y profunda responde éste; las emociones nos ayudan a recordarlo y esa sensación interna es la mejor guía para entender cuál es el camino de nuestro sueño, y nos ayuda a volver al camino cuando nos hemos apartado de éste. Abrirse a recibir las respuestas de la vida, también hace parte de esa sabiduría que permite la sostenibilidad del sueño, pues a veces, en nuestro afán de control, queremos decidir todos los cómos, y en realidad, muchas veces estos llegan de mejor manera cuando tenemos claro el qué y estamos comprometidos con éste. Ahora bien, hay formas prácticas y claras de poner en marcha un sueño, una forma ya mencionada ( viñetas A-C) u otras complementarias como la siguiente: Triángulo: experto, responsable y aprendiz. Esta estrategia fue compartida por Pedro Medina, y consiste en conseguir tres personas que juntas, harán muy posible que un sueño se haga realidad: Una de estas es un experto en la(s) materia(s) relacionada(s) con el sueño. Se trata de una persona cuyo conocimiento o experiencia sean de gran utilidad para la realización del mismo, y que tenga la actitud de compartir su experiencia; es probable que esta persona esté muy ocupada y no tenga mucho tiempo para dedicarle. Otra persona es un aprendiz: alguien a quien le interese mucho aprender de la materia relacionada con el sueño. Puede ser, por ejemplo, un estudiante universitario que quiera este tema para un trabajo de alguna materia, o para su trabajo de grado. Esta persona estará auténticamente motivada para investigar, consultar con el experto, hacer seguimiento del proceso, y su compensación principal será académica y experiencial; no necesariamente económica. La otra persona es un responsable, alguien que se haga cargo de que el sueño como proyecto esté estructurado, y verificar que se lleven a cabo los procesos necesarios para su cumplimiento. Puede verse como un “administrador” del proyecto; puede ser quien tiene el sueño, o puede designarse a alguien. Al final, cada quien tiene su propio método consciente o no para manifestar sus sueños y deseos más profundos, comprender y dilucidar nuestro propio método hace parte esencial de un camino consciente hacia la autorrealización. Los sueños impulsan nuestro desarrollo y el desarrollo de otros, por esta razón tanto soñar como ayudar a conectar soñadores y sueños nos convierte en mejores seres humanos y contribuye a la construcción de un mundo mejor.